martes, 17 de agosto de 2010

DÍA 17 DE AGOSTO – Ética.

Recibimos gente en nuestras mesas; personas que tienen algún problema legal y algunas veces también extra legal. Se presentan con algún conflicto de intereses, con alguna violación de sus derechos y en cuestión de segundos debes dar una respuesta.

Pese a encontrarnos con la ayuda de Andrea (una compañera de trabajo) y de la Licenciada Edna (nuestra jefa) es una gran presión que las personas confíen sus problemas y se tranquilicen con nuestra solución.




FOTOS. Algunas diapositivas de la presentación que le estamos preparando a la Licenciada como despedida.

Este “poder” y sobre todo privilegio le hace a uno estar vivo y entender que podemos hacer el bien, podemos hacer el mal o podemos ser indiferentes ante lo que es el bien y lo que es el mal; volvernos así apáticos y no encontrar el significado de nuestras vidas.

Es posible y probable que no me dedique directamente a la Cooperación y Desarrollo (aunque eso nunca se sabe), sin embargo eso no me convierte en una máquina. No somos máquinas que hacemos nuestro trabajo bien y ya está. Debemos esforzarnos en lo profesional y lo personal cada día. Y lo personal no se acaba al entrar por la puerta del trabajo. No es así.

Me gustaría compartir con vosotros uno de los fragmentos más bonitos y que más he disfrutado leyendo de una sentencia española. El Tribunal Constitucional despliega con un vocabulario contundente una voluntad y fortaleza ante los abusos y transgresiones del empresario en su derecho de dirección empresarial con respecto a los derechos fundamentales de los trabajadores:

“La celebración de un contrato de trabajo no implica en modo alguno la privación para una de las partes, el trabajador, de los derechos que la Constitución le reconoce como ciudadano, entre otros el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones (art. 20.1.a), y cuya protección queda garantizada frente a eventuales lesiones mediante el impulso de los oportunos medios de reparación, que en el ámbito de las relaciones laborales se instrumenta, por el momento, a través del proceso laboral. Ni las organizaciones empresariales forman mundos separados y estancos del resto de la sociedad ni la libertad de Empresa que establece el art. 38 del texto constitucional legitima el que quienes prestan servicios en aquélla por cuenta y bajo la dependencia de sus titulares deban soportar despojos transitorios o limitaciones injustificadas de sus derechos fundamentales y libertades públicas, que tienen un valor central y nuclear en el sistema jurídico constitucional. Las manifestaciones de «feudalismo industrial» repugnan al Estado social y democrático de Derecho y a los valores superiores de libertad, justicia e igualdad a través de los cuales ese Estado toma forma y se realiza (art. 1.1)”.




FOTOS. “Explotación laboral”, en “imágenes” de Google.

De todo lo que he aprendido este curso me quedo con una cosa. Una de las asignaturas que hemos tenido este año es English Law (Derecho inglés, aunque también con muchas pinceladas de la realidad de los países que forman la Commonwealth). Nuestro profesor, un ex abogado británico, nos ha despertado a todos algo que estaba dormido, olvidado en un rincón.

Professor John O’Donovan nos ha recordado lo importante que es la ética profesional y las graves consecuencias de transgredirla. Sin decirnos hasta dónde llega la ética o mejor dicho, cuál es su contenido, porque es algo que debemos encontrar cada uno de nosotros, nos advirtió que nunca la quebrantemos. Puesto que esa transgresión nos podría costar algo muy valioso: nuestro honor, nuestro respeto personal y nuestra dignidad.




FOTOS. “Ética”, en “imágenes” de Google.

He pensado mucho sobre este tema y sobre todo soy realista. Los bufetes de abogados (los grandes y poderosos, en general) exigen lo máximo de ti, y sin decir que transgreden la legalidad, es cierto que en muchas ocasiones puedes ver tus valores afectados y así tu ética profesional vulnerada. ¿Ser un buen profesional qué es? ¿Es hacer todo lo que te pidan? ¿O es hacerlo lo mejor posible con el límite al respeto a uno mismo y a sus creencias?

Muchas veces se dice que el dinero lo compra todo. Yo no estoy de acuerdo. Cada persona tiene sus valores y pese a que haya personas que lo que ansían en sus vidas es más dinero, creo que son una minoría.

No pienso que si una persona transgrede un principio en el que ella crea por un mandato de su jefe, sea por ganar más dinero. El dinero es un medio, nos quedamos con lo insignificante si hacemos este típico análisis de que “el dinero lo compra todo”. Posiblemente lo transgrede porque considera que ese principio tiene menos valor que la garantía de poderle dar una buena educación para su hijo. ¿Se vendió por dinero? No. Se vendió por amor.

Con todo esto creo que ante la decisión de qué hacer con mi futuro (profesional), debo tener en cuenta qué es lo que me gusta hacer y dónde puedo trabajar pudiendo mimar y cuidar esa ética que vaya creando con el paso del tiempo, sin entrar en conflicto con ella (o lo menos posible).

¿Utopía? Quizá. Mi padre me advierte “piensas así porque todavía eres joven”, “debes empezar a trabajar y darte cuenta de la realidad”. Y creo que tiene razón en mucho de lo que dice. Sin embargo, también creo que si yo no lucho un poco por lo que creo ahora, en un futuro me enfadaré conmigo mismo por haber sido conformista cuando tenía razones para no serlo.


CANCIÓN. Fonseca - "Te mando Flores"
http://www.youtube.com/watch?v=vcxvZTSGesg&feature=related

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