Nos hemos levantado pronto. Teníamos que recorrer unos 200 kilómetros como máximo, sin embargo esto materialmente ha resultado ser tres microbuses (los llamamos así, pero son furgonetas de mala muerte, jejeje), una barca para cruzar un río (no había puente) y otra furgoneta; digo… ¡microbús! Jajaja.
FOTOS. Entrada a Flores.
La isla de Flores antiguamente llamada Tayasal está ubicada en el lago Peten Itzá, era desde el siglo IX D.C una ciudad Itzá. En el siglo XV Pedro de Alvarado en su viaje hacia Honduras llegó a la isla y le dejo al rey Canek un caballo, el cuál fue tratado casi como un Dios. Luego de varios infructuosos intentos de convertir a los indígenas al cristianismo, los españoles destruyeron Tayasal en el siglo XVI quedando abandonada hasta el siglo XVIII.
Actualmente se le llama isla de Flores en honor a Cirilo Flores uno de los primeros "independentistas" de Guatemala. Aunque es pequeña, posee variados restaurantes, hoteles, tiendas de artesanías, cafés Internet, etc. La ciudad de Flores esta engranada hacia los turistas que visitan las ruinas de Tikal. Este esplendido sitio Maya esta ubicado a 65km de distancia de Flores.
Sus simpáticas calles y callejones bajo los cuáles se encuentran restos de la antigua Tayasal, su plaza central con algunas estelas Mayas, merecen ser visitados.
Una vez llegados a Flores hemos ido a reservar el alojamiento para esa noche. Lo sé; deberíamos ser previsores que reservar con antelación, sin embargo, no existe posibilidad de comprobar por fotos en internet cómo son los alojamientos y guiarnos de la Lonely Plantet (una guía de viajes) sin ver ninguna foto es demasiado arriesgado.
FOTO. Flores desde el aire.
Fuimos a un albergue (Youth Hostel) en el centro de Flores que se llamaba “Amigos”. Si vais algún día a Flores os lo recomiendo pues es un sitio muy especial y muy bien de precio. Y pese a que teníamos sitio en ese momento quisimos comprobar otros alojamientos y tener en cuenta a los que faltaban (allí habíamos quedado con el grupo de Cobán; compañeras de ADE y algunos del grupo guatemalteco de amigos). Así que decidimos mirar más. Finalmente decidimos ir al albergue pero ya era demasiado tarde: las camas libres ya habían sido reservadas. Fuimos al lugar más barato pero era digno de ser visto (no penséis mal, pensad peor que mal). La ducha estaba llena de cucarachas, el olor del baño era insoportable, la puerta de la habitación estaba rota y solo quedaba media puerta, las mosquiteras estaban rotas con lo cual entraban zancudos (así se llaman los mosquitos aquí) por todas partes, etc. No aguantamos más. Teníamos que ducharnos y hubiera sido vomitivo hacerlo allí. Además pretendíamos descansar un poco por la tarde ya que habíamos terminado de ver todo Flores y hacía mucho calor, pero hasta las camas llegaba el fétido olor.
Decidimos así salir en busca de otra solución (que se nos iban acabando). En un momento dado pasamos en frente de un hotel increíble, pero lo más increíble era que tenía piscina interior y jacuzzi. (No nos juzguéis). Lo sé, vete a Guatemala de cooperante y duerme en un hotel así.
Bueno, debo deciros que sería un hotel medio (a lo mejor medio alto) en España y tuvimos que pagar algo más de 15 euros por persona. Lo sé, no es mucho, pero en comparación con los precios de aquí y con la dinámica que llevamos de gastar poco, nos pareció indigno. De todas formas afectados por el shock del último sitio tan desagradable, teniendo en cuenta que íbamos a amortizar bien la piscina y el jacuzzi y mentalizándonos de que era una excepción y una satisfacción material (en ese momento creo que llegaba a la emocional también), decidimos entrar. Cuando lo estábamos haciendo nos reíamos como quien sabe que está haciendo algo mal pero no puede evitarlo.
Mientras lo escribo ahora no parece tan terrible, pero desde nuestro punto de vista y sobre todo por cómo nos hemos acostumbrado a vivir con poco, nos pareció excesivo para nosotros. Sí, excesivo 15 euros. No sé que voy a hacer cuando regrese a España.
FOTOS. Disfrutando del Hotel.
Nos pasamos la tarde entera en la piscina y el jacuzzi, disfrutando como niños. De hecho la tuvimos para nosotros solos y Marta y yo jugamos con unas pelotas durante horas. No se nos quitaba la sonrisa de felicidad en la cara y no nos cansábamos ni incluso cuando teníamos los dedos completamente arrugados por el agua.
Fuimos a cenar y después a tomar unas cervezas. Allá nos juntamos con los cobaneros que habían llegado más tarde de lo planeado porque se perdieron.
El final de la noche lo disfrutamos en un pequeñísimo local, con la música a todo volumen, el aforo duplicado o triplicado, sudando por el excesivo calor, pero felices de bailar un rato y estar juntos.
CANCIÓN. Flow La Discoteca – “Pasarela”
http://www.youtube.com/watch?v=IRfFYKV4fKI
No hay comentarios:
Publicar un comentario