sábado, 31 de julio de 2010

DÍA 31 DE JULIO – Un día caribeño.


Amanece el día y con él nos despertamos. Nos espera un día de escapada en barca por la costa caribeña y la verdad es que lo estamos deseando. Con nosotros viene una chica irlandesa de unos treinta y cinco años. Fiona, así se llama, es profesora de educación primaria y salvando los primeros momentos (segundos) más vergonzosos nos adentramos en una interesante charla.

Empezamos en español. Ella ha estado estudiando unas semanas español, pero cuando nos pregunta si hablamos inglés y la respuesta es un sí triple, decide dejar la práctica de nuestro idioma para otro momento. Así que pasamos al inglés por deferencia.



Nos dirigimos al embarcadero guiados por nuestro capital. Éste es un hombre de unos cuarenta años, negro, con rastas y de estilo muy reggae. Se le ve muy “buena onda”, como dicen algunos por aquí. Agarramos la barca (no la “cogemos”, por confusiones que pueda crear) y nos dirigimos hacia nuestro primer destino: “Siete altares”. Se trata de un blablablá. Allí nos encontramos con el encargado del parque natural. Nos saluda muy amablemente y nos explica lo que nos encontraremos a lo largo del recorrido: pozas donde nos podemos bañar, cascadas, una vegetación espesa, etc. Disfrutamos mucho las dos horas que nos perdimos por el paraje y después en la despedida, propiciando yo mismo el acercamiento, el encargado nos habló de su vida.




Básicamente nos habló de una bonita historia de amor. Él era joven cuando llegó al poblado una mujer americana. Ella era antropóloga y su estudio se centraba en las culturas caribeñas; los orígenes sobre todo de la población negra y sus modos de vida. Pronto empezaron a conocerse y a entablar una relación que empezó con la amistad y terminaron enamorándose. Ella le llevó a muchas bibliotecas donde, junto con ella, pudo conocer sus orígenes.

“Muchos de nosotros - nos explicaba - no conocemos nuestra propia cultura más que lo que vivimos de las tradiciones del día a día y nuestras festividades”.

Cuando su trabajo de investigación hubo terminado regresó a California, pero no sin él. Se fueron los dos a EUA. Allí vivieron durante bastantes años. Finalmente se acabó su relación y por tema de papeles, la oficina de inmigración le obligó a salir del país.

Ahora, a sus sesenta años, él había regresado a su tierra y era el encargado del Parque Natural de “Siete Altares”.

Después de charlar con este señor, sobre otras cosas también y de que nos enseñara su pequeño altar en una esquina de la choza, nos dirigimos hacia el embarcadero donde agarramos de nuevo la lancha, esta vez hacia la Playa Blanca.

A medio camino y en pleno mar Caribe se desata una tormenta, similar a la del día anterior en Río Dulce. Nos dirigíamos a una playa para disfrutar de unas horas de tranquilidad al sol y parecía que no íbamos a tener suerte. Llegados a la playa montamos un picnic y poco a poco dejó de llover y media hora más tarde ya se habían disipado las nubes. Pudimos disfrutar de unas horas de baño, estar tumbados en hamacas, leer tranquilamente y tomar un rico coco.


Volvimos a Livinstone donde nos despedimos de Fiona y de los encargados del Hostal que tan bien nos habían tratado. Del embarcadero volvimos hacia Río Dulce y nos hospedamos en otro lugar mágico: Hostal Backpackers (una especie de albergue). www.hotelbackpackers.com



Sí, hago publicidad descaradamente de este lugar. ¿Por qué? Se trata de un lugar muy bonito, pero sobre todo es por el motivo de su fundación. “Hotel Backpackers fue creado en respuesta a la necesidad de una fuente de ingresos para el sostenimiento de niños de Casa Guatemala”. “Casa Guatemala es una ONG, es el hogar para niños sin hogar, ni familia responsable, que necesitan protección, atención médica y educación”. “Casa Guatemala ha construido un pueblo de niños con instalaciones de vivienda para 250 niños y 100 adultos”. www.casa-guatemala.org

¿Cómo podemos ayudar? Muchas veces hemos querido ser solidarios y ayudar dentro de nuestras posibilidades, pero el peligro de la corrupción también en las ONG’s de las que hemos podido tener noticias nos han podido parar. Pues bien, este proyecto es increíble y muy bien gestionado.

Se puede apadrinar uno o más niños por 100 Quetzales mensuales (10 €, aproximadamente).

También se puede pagar la cuota escolar y gastos mensuales de los adolescentes de plan básico o bachillerato por 300 Quetzales mensuales.

La Escuela necesita material escolar, y para su funcionamiento puedes ayudar pagando el salario de uno de los 18 maestros (1,200 Quetzales mensuales).

Banco G&T Continental SA
Cta. Asociación Casa Guatemala
No. 000-125093-5

La verdad es que es un proyecto muy interesante y sobre todo una gran visión empresarial la de financiar la carencia de recursos económicos de la ONG Casa Guatemala con un Hotel en el paraíso natural del Río Dulce. Muchas veces hemos oído hablar del turismo alternativo: turismo deportivo, turismo de salud, ecoturismo… Son nuevas tendencias del turismo que están siendo creadas por la demanda de muchas personas de países del primer mundo que buscan otras formas de disfrutar de las vacaciones. Ahora se empieza a crear lo que se viene llamando el turismo humanitario. Poco se sabe de esta incipiente opción turística y muchas veces esta etapa de nacimiento hace que no esté bien organizada esta nueva oferta turística. Sin embargo, yo creo que va a tener bastante éxito a medida que se vaya trabajando más en esta idea.


CANCIÓN. Bob Marley - "One Love"
http://www.youtube.com/watch?v=sonYFxHHvaM

No hay comentarios:

Publicar un comentario